martes, 4 de agosto de 2020

RAMOS “MY MANY SIDES” FRONTIERS 2020 REVIEW





Frontiers Music s.r.l.Release: 7 August 2020 

Tracklist:

Today’s The Day (Joe Retta on vocals)
Unbroken (Terry Ilous on vocals)
Blameless Blue (Danny Vaughn on vocals)
Immortal (Tony Harnell on vocals)
Same Ol’ Fears (Joe Retta on vocals)
I've Been Waiting (Harry Hess on vocals)
Moving On (John Bisaha on vocals)
Forefather (Eric Martin on vocals)
Too Good To Be True (Joe Retta on vocals)
Ceremony (Instrumental)
All Over Now (Joe Retta on vocals)
I'm Only Human (Tony Mills on vocals)

Band:

Tony Morra : Drums
Fabrizio Grossi : Bass, orchestration
Josh Ramos : Guitars
Vocals: Joe Retta, Tony Harnell, Danny Vaughn, John Bisaha, Harry Hess, Eric Martin, Terry Illous, Tony Mills

Michael T Ross : Pianos, Keyboards
Alex Alessandroni Jr : Hammond
Eric Ragno : Keyboards 

La vuelta al ruedo musical de este gran guitarrista con su segundo disco en solitario para el que se ha rodeado de vocalistas de renombre internacional (Harry Hess, Eric Martin, Joe Retta, Tony Harnell, el tristemente fallecido Tony Mills, Danny Vaught, etc.). Para aquellos que no lo conozcáis (que seréis muy pocos) diré que formo parte de la superbanda The Storm con 2 discos que causaron sensación (los cuales analizamos en el programa 338 de AORLAND, enfrentándolos a Bad English), Two Fires junto al excelente vocalista Kevin Chalfant o Hardline por nombrar algunas bandas. 

Sí es verdad que los 2 singles que ha sacado como adelanto han sido ferozmente atacados por la parroquia melódica debido a una producción bastante desastrosa pero voy a intentar resetear mi mente y hacer borrón y cuenta nueva para iros desgranado el disco con profundidad y contaros mis sensaciones tras su escucha. 

Para abrir coge el testigo Joe Retta a las voces en “Today´s the day” y es tal el infortunio de ideas y la horrorosa producción que a los 2 minutos he tenido que parar el tema porque en el coche parecía que se había estropeado el motor o algo similar y escuchar como bramaba perfectamente atizando sus 184 cv. de potencia cómo acostumbra sin dar un solo quejido ni un ruido “sospechoso”. Ya en casa he subido al estudio y con una cerveza en la mano lo he vuelto a poner con esperanzas de que hubiese sido algún problema del reproductor del coche pero….SE ESCUCHABA AÚN PEOR y eso ya me puso de mal humor. No concibo que en el año 2020 con todos los adelantos que se tienen y un musicazo de la talla de Ramos junto a un vocalista de renombre perpetren esta patraña musical que no hay quien le encuentre sentido. Fatal inicio que confirma lo que avisé antes de ponerme a prestarle atención y que me da que va a ir incrementando mi desazón. 

Y, efectivamente, “Unbroken” es la culminación del desastre. No casa nada de nada ni tiene pies ni cabeza. Es como las piezas de un puzzle que un niño de tres años une a su antojo apretando unas contra otras a sabiendas que no van a encajar pero por sus santas narices dice que van así. Mi alucinación va en aumento a la par que mi enfado por tener que hacer sufrir a mis oídos de tal manera. 

Un respiro con “Blameless blue” y, en cierta manera, debido a que la instrumentación no es tan “potente” y se consigue rebajar la frecuencia de sonido lo que permite atisbar ya algo más plausible y que nos llene. También tiene parte de culpa que a Danny Vaughn le ponen un tema a su medida que parece una calco de algunos que ha sacado en sus discos en solitario y donde se mueve como pez en el agua. 

Tras algo más “saludable” ya uno no sabe a lo que se va a enfrentar y con el miedo en el cuerpo me atrevo a dar al play para que comience “Inmortal”. No va mal toda la intro que posee y le otorgo el beneficio de la duda hasta que empieza un batiburrillo musical y parece que nos metemos en pleno Woodstock donde el ácido lisérgico corre por nuestro organismo y nos permite visualizar cosas imposibles. Setentero con un cierto tufillo a Zeppelin que no me gusta nada de nada. 

Perdonadme que sea tan duro y sincero pero no puedo engañaros y contaros virtudes de algo que no las tiene, prefiero ser coherente y no venderos humo y si escucháis “Same ol´ fears” os daréis cuenta que incluso me quedo corto. Es infumable con gritos más que melodía, sin coherencia alguna; vamos es como cuando Goya se puso a pintar sus cuadros oscuros donde el mundo se horrorizó pero al menos estos tenían algo de gusto y de calidad. 
He vuelto a hacer un parón y un breve inciso en el resumen ¿musical? para airear mis ideas porque no he sido capaz de seguir escuchando el disco. Sigo un poco descolocado ante lo que estoy percibiendo y no sé muy bien cómo tomármelo. No puedo decir que sea una broma de mal gusto porque estaría ofendiendo al autor y es lo que más me fastidia, que un músico haya puesto las ideas y la voluntad en ofrecer un trabajo de categoría y se rodee de grandes vocalistas pero al final el resultado sea un pastel quemado que nadie en su sano juicio pueda degustar. 

Regresamos al lío con “I´ve been waiting” que se vuelve a salvar de la quema adaptando otro tema al vocalista (en este caso al gran Harry Hess) y haciendo así que el tema presente una interpretación en condiciones con la calidad que se les atesora a estos músicos de renombre. Sin seguir atizando a cada tema dejo aparte, en todos ellos, la ínfima producción que poseen porque me voy a aburrir de decíroslo en cada uno de los que suenen. 

Pero cuando parece que vuelvo a encontrar mi parte celestial llega “Moving on” y desata mi lado demoniaco en otra sucesión de partes inconexas, un sinsentido musical y no oigo más que lo que parecen varias aspiradoras a máxima potencia. He tenido que soltar los auriculares porque me estaba dando dolor de cabeza y al intentarlo una segunda y una tercera vez no he logrado acabar el tema. Así es imposible disfrutar de la música. 

“Forefather” vuelve al terreno baladístico (hay canciones que están hechas a medida de los vocalistas y les encajan como un guante – aquí para Eric Martin -) a pesar de que carece de chispa y emoción alguna y te hace dar un pequeño bostezo de aburrimiento. Es la primera vez en mi vida que tengo ganas de acabar de escuchar un disco porque no lo estoy disfrutando en absoluto. 

“Too good to be true” es un quiero y no puedo, tiene los mimbres para intentar hacer un tema bastante decente pero se queda en el camino y la brújula se estropea y pierde el norte, perdiéndose en tierras oscuras donde la luz no se atisba durante largos periodos de tiempo. 

Tenía que tener un tema en el que se explayara con su amado instrumento y “Ceremony” es el elegido. Para fanáticos de la guitarra sin más. 

Vamos acabando con “All over now” y “I´m only human” que son dos claros intentos de temas que podían haber llegado a ser bastante disfrutables pero que por las vicisitudes que hemos ido nombrando son dos miembros más de la familia que quedan amargados y frustrados y relevados a un segundo plano. 

En resumen, poco más que añadir a lo dicho con anterioridad. El peor disco que he escuchado en mi vida, hay maquetas y discos grabados en garajes que suenan a años luz de este. No se puede concebir que con los adelantos que hay en esta época se haga un disco de esta manera, por lo menos yo no tendré el “placer” de tenerlo en mi colección ya que creo que desmerece sobremanera a trabajos de una calidad encomiable como son sus discos con The Storm, The VU, Hardline, su primer trabajo o el disco con Hugo a las voces

Disappointed
Autor: Manuel García

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