domingo, 17 de julio de 2016

Iron Maiden “The book of souls Tour” (Madrid 15/07/2016) by Manuel Garcia







Set list:
If eternity should fall
Speed of light
Children of the damned
Tears of a clown
The red and the black
The trooper
Powerslave
Death or glory
The book of souls
Hallowed be thy name
Fear of the dark
Iron Maiden

Bises

The number of the beast
Blood brothers
Wasted years



Y uno de mis sueños se hizo realidad. Aunque no os lo creáis nunca he podido ver a los Maiden en ninguna ocasión por diversas circunstancias y he aquí que me levanto con los nervios de un quinceañero por ver a uno de los grupos que marcó mi juventud y del cual he mamado una parte de la cultura musical que hoy tengo.

            Tras el cacheo de rigor en la entrada me encamino al asiento unos tres cuartos de hora antes y escucho un estruendo infernal por parte de los teloneros The raven age que cuenta entre sus miembros con George Harris, hijo del gran Steve; y que hacen modern rock. Realmente sólo les ví unos 10 minutos y estaba más a otra cosa que a ellos aunque la última canción sonó muy bien.


  
            A las 21:02, aquí no imperó la puntualidad británica, empezaron a sonar los acordes de Doctor Doctor de UFO tras una sonora pitada por parte del respetable por la impuntualidad de inicio (menos mal que no estuvieron en el último concierto de Dream Theater en Madrid porque no sé que hubiera pasado). Y tras dicho comienzo Mr. Dickinson hace acto de presencia recitando las primeras estrofas de If eternity should fall tema del último disco; con el sonido un poco saturado y reverberante en la zona dónde yo estaba debido quizás a la cercanía con la cúpula. Tema bastante frío en el cual la gente no se involucró, quizás porque iban a ver más un grandes éxitos que la presentación del último disco.

            Tras él llego el single Speed of light sin dar un respiro, aquí si que el público empezó a espabilar y a mostrar a los Maiden que tenemos sangre caliente a pesar del fallo inicial en el micro de Bruce pero subsanado en breve y con un Gers que no paraba de poner posturitas y correr cómo un poseso, además de que no sé cómo sobrevivió el altavoz de su lado tras los empujones que le metió a lo largo del concierto. Y llegó Children of the damned con el comienzo de una guitarra acústica que sonó a la perfección; aquí ya se oía menos retumbamiento y podía disfrutar no sólo de la espectacular puesta en escena (a cada canción le correspondía un telón distinto) sino de un sonido con la categoría que esta banda tiene.



            Tras un receso para el manido: Oé, oé, oé, oéééé, oé, oé…. llegó Tears of a clown, canción que dedicaron al tristemente desaparecido Robin Williams y aquí Nicko (sobresaliente a lo largo de todo el concierto) nos dio un recital de cómo se toca la batería, fantástico y cada vez que lo enfocaban estaba concentrado en cada tema al 100%, sin fallo ninguno (bueno al final en Hallowed be thy name  casi se le va una baqueta y se puso algo nervioso).

           
            Otro receso y paso a uno de los temas que más me gustan del último disco The red and the black con inicio y cierre para deleite nuestro de Mr. Steve Harris y un trabajo impecable de Smith, Murray y Gers dándose paso unos a otros como hicieron a lo largo de todo el concierto. La profesionalidad en este grupo es un grado y doy fé que lo demuestran. Y comienzan los éxitos nada más ver la bandera inglesa y los acordes de The Trooper, la gente ya enloquece a pesar del fallo en la voz de Dickinson en alguna parte del tema y continúan con Powerslave y Death or glory, en las cuales Dickinson aparece con una careta de un mono dada la vuelta y se pasa todo el tema nombrando a Madrid, con el consiguiente regocijo del público. Aquí se vuelve a saturar la acústica y se entremezclan los instrumentos.

            Otra breve pausa para coger aire, los años no pasan en balde y además la intensidad que están dando al concierto lo merece y dan paso al tema que da título al último disco The book of souls en el cual aparece Eddie aunque en su debe si diré que me sobraron tantos cortes de mangas y tocamientos de miembro aunque me gustó esa complicidad con Gers (haciendo que le cortaba el cuello) y el juego con Dickinson hasta que le saca el corazón.

            Ya a estas alturas la gente estaba como loca y más cuando llegaron el empaque de los tres siguientes temas: Hallowed be thy name y sobretodo Fear of the dark y Iron Maiden. Aquí ya todos nos habíamos rendido a sus pies y no hacíamos más que mover los puños y nuestras cabezas inconscientemente. A estas alturas llegaron los que se sentaban a mi lado, un padre y un hijo, lo cual me llamó la atención ya que estaba a punto de acabar el concierto y su pregunta clave fue si quedaba mucho. De alucinar.



            Tras 1 hora y 35 minutos de concierto se retiran y el padre le comenta a su hijo que seguro que han tocado la que quería que oyera y le dije que era la primera de los bises; esa cara de alucine explicándoselo a su hijo es indescriptible y en cuanto suenan los acordes de The number of the beast y sale el hinchable con forma de demonio entra en éxtasis.

            Y llega una presentación que llama la atención: “It doesn´t matter where you from or if you a man, a woman or something between. We´re are Blood brothers”. La gente corea el tema hasta desgañitarse y al unísono y empata con uno de mis temas de todos los tiempos Wasted years, dónde ya no la adrenalina se te ha agotado y lo único que haces es navegar plácidamente en el crucero de placer que has pagado.

            Tras casi 2 horas acaba el concierto y me voy más que satisfecho de lo vivido y me quedo con ganas de volver a verlos, mi única pega es el sonido que se saturaba muchas veces pero creo que fue por mi ubicación y no debido a la banda, por lo que luego he hablado con algún amigo.

Fotos & Crónica: Manuel García.


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