Frontiers Music s.r.l. 24 Enero 2020
Genre: AOR / Melodic Rock
Tracklist:
1.Intensity
2.Trespass On Love
3.Too Bad For Baby
4.Lost In The Dark
5.Back
6.Victims Of Desire
7.We Do What We Want
8.Built To Please
9.She Bites Hard
10.Big Game
Band:
Lion Ravarez - Vocals
Chance Vanderlain - Guitar
Weston James - Bass
Bobby Laker - Drums
Passion es una nueva banda creada por el ex vocalista de Night By Night, Daniel Rossall a/k/a Lion Ravarez. Surge al realizar un tema con otros miembros de su anterior banda allá por el 2017 y tuvo tan buena acogida que se dispuso a preparar un álbum completo que hoy llega a nuestras manos.
Vaya comienzo de disco con “Intensity” y sin duda alguna que lo que no le falta es esa intensidad tan abrumadora que ejecutan para reventar los tímpanos de quienes pensaban que iba a ser otro grupo con canciones melódicas sin más. Fantástico trabajo de guitarras que no dejan descansar un segundo al tema y que te animan a hacer headbangin´.
Tras la tralla inicial dan paso al single “Trespass on love” que con ese tufillo a lo Danger Danger y el tono vocal muy similar a Poley hacían presagiar que el disco iba a ir por estos derroteros y ya con el primer tema nos engañaron del todo, veremos que suceden con los siguientes. Tema muy melódico en la onda indicada que hará las delicias de los seguidores de tan afamada banda.
Otro pequeño giro con “Too bad for baby” ya que el sonido algo más sureño hace entrada en la composición y estructura del tema donde las guitarras siguen teniendo un protagonismo inusitado al igual que el derroche vocal es digno de mención, aportando al tema una garra y energía que casa a la perfección.
En cambio “Lost in the dark” me recuerda a Dokken por otro lado y eso me viene a demostrar las fuentes de las que han mamado estos músicos. Gran trabajo a lo Lynch de Mr. Vanderlain y unos coros perfectamente metidos al llegar al estribillo para asegurar el darle el toque melódico necesario para que el tema capture a los devotos de Don.
Pasamos a la estructura Damn Yankees en “Back” y es que cada tema me hace rememorar a muchos grupos que cubrieron mi infancia y no sé si eso será bueno o malo ya que me da que, en cierta manera, adolecen de un estilo propio y se dejan llevar por sonidos y clichés ya repetidos en periodos pasados.
Con “Victims of desire” los coros se engrandecen y el trabajo instrumental es digno de atención. De nuevo ese deje dokkeniano reaparece en puente y estribillo lo que vuelve a dar a otro tema más garra y potencia. Quizás como deje diré que la voz está muy forzada al intentar llegar a tonos tan altos y parece que se va un poco.
“We do what we want” sigue con la misma cadencia aunque esta vez se acerca más a DD aunque salvando las distancias. Para mí un poco irrelevante y bastante “simplona” en su estructura y dinámica.
Y que decir de “Built to please” que pasa sin pena ni gloria por este mundo donde se hacen temas con muchísima calidad y este no come en la misma mesa que ellos ni de lejos.
Ahora nos volvemos heavies y al son de AC/DC nos entra por el canal derecho “She bites hard” que vuelve a hacer que Lion rasgue su voz en demasía con lo que el tema queda en un duelo por ver si “grito” más o no llego a esas notas. Creo que no hace falta intentar abusar de esas tonalidades para lograr hacer un buen tema.
Cierran este “experimento” musical de la mano de “Big game” que por lo menos tiene un inicio bastante más decente que los temas predecesores y se maneja más en el terreno melódico que es el que más nos atrae y cautiva. No está mal tras lo escuchado con anterioridad y que me ha dejado como el tiempo actual, helado del todo.
En resumen, un disco que parecía que iba a ser una de las grandes sorpresas de este año pero que crea una cortina de humo que poco a poco se va difuminando, llegando a ser de esos discos que escuchas en el momento y luego dejas olvidado de la mano de Dios. Para pasar un buen rato sin más pretensiones.
AORLAND SCORE: 6,5
REDACTOR: MANUEL GARCIA
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