Dark Force Records / Sound Pollution
17 March 2017
Genre: Melodic Metal
Tracklist:
1.- Judgement day
2.- Midnight flyer
3.- Memories never die
4.- Little sinner
5.- Red light Eyes
6.- Passion dreams
7.- Star
8.- Crown of thorns
9.- King of kings
10.- Drakkar
11.- Sacrifice
12.- Starlight
13.- War
Band:
Sammy Berrell (guitars/ bass/ keyboards/ vocals)
Michael Vescera (vocals)
Göran Edman (vocals)
Daniel Flores (drums/ keyboards)
Otro nuevo lanzamiento de un guitar hero reconvertido tras tocar numerosos instrumentos desde los seis años como el piano, la batería y el violín e influenciado por Yngwie sobremanera, tanto que los vocalistas que le acompañan han formado parte del elenco de cantantes que han grabado para el Sr. Malmsteen.
Hablamos de Sammy Berell, todo un perfecto desconocido en esta escena pero que lleva muchísimo tiempo ya pensando en dar a luz este album cosa que al final ha conseguido para deleite de todos sus seguidores con ayuda de uno que este año va a estar en casi todos los fregados como es el gran Daniel Flores.
Comenzamos a desgranarlo con “Judgment day” y las pistas que había dado antes se hacen evidentes con un sonido “pesado” y machacón de batería y una guitarra cabalgando a toda mecha unido a la voz de Vescera (nunca me ha llegado no os lo voy a negar) hace que el tema sea un poco “cargante” en su elaboración final. Eso sí el trabajo como virtuoso de las cuerdas es muy bueno que para eso el disco es suyo cómo no podía ser de otra manera.
“Midnight flyer” o lo que es lo mismo un calco del tema “Teaser” del magnífico disco “Fire and Ice” de Yngwie. Cómo me gusta Edman, es pasión por como emanan las notas que emite su garganta en placenteros sonidos que secuestran mi subconsciente. Si habéis oído el tema que os cito ya sabéis de que va, un auténtico temazo como éste que no paro de repetir una y otra vez. Me gusta más este sonido melódico.
Continúa con “Memories never die” donde se cumple lo dicho que en temas más pausados logra sacar más jugo a los instrumentos y además la voz es más consistente y no da tantos bandazos y arreones haciendo que algunas veces parece que se vaya de tono inclusive. Podemos considerarlo una balada muy bien ejecutada.
En “Little sinner” llega de nuevo la saturación y los registros que no me llaman mucho la atención y ese sostenido alargando las estrofas destroza el tema y hace que no me llegue en absoluto. Vuelvo a salvar el tema guitarras que es realmente de lo que va el disco ya que el trabajo sí es grandioso.
El inicio de “Red light eyes” ya es otra cosa y vuelve a la senda melódica con un tema donde los coros abundan por todo el tema y no desentonan lo más mínimo, acoplándose perfectamente al entorno y dando el empaque necesario. Así vamos en la misma onda Sr. Berell.
Llegamos al tema que da título al disco “Passion dreams” y denuevo vuelven reminiscencias a los 80 con esos coros pomposos acompañando a la voz principal y un sólo marca de la casa para lucimiento de Mr. Berell.
“Star” nos adentra de nuevo en un terreno agridulce ya que aunque la parte buena es casi toda desde el desarrollo y el increscendo de la canción el remate de esa voz sostenida que parece que se desgarra me rompe el tema y de lo que podía haber sido un gran tema lo deja en un buen tema únicamente. Creo que se debe cuidar un poco más esos aspectos porque en sí el disco está muy bien pero esos pequeños “disgustos” hacen que no termine de convencerme del todo.
Llega otro momento balada con “Crown of thorns” y lo hablado anteriormente no hace más que darme la razón y es que sólo hay que ver cómo Edman modula la voz perfectamente aunque suba de escalas sin perder el tono en ningún momento y sin dar ese toque “rudo” que tienen algunos temas. Ya sabéis que las baladas no son el plato que más me guste pero dan ese toque de “descanso” a muchos discos que permiten relajarnos e ir a la nevera a coger una cerveza mientras esperamos el siguiente tema.
Con aire de los grandes maestros de la música clásica arranca “King of kings”, tema bastante plano y carente de sentido para mí que intenta recordar a las historias narradas en la antigüedad y el periodo medieval pero que no consigue tener ese aire épico que adornan muchos temas y les dan esa ambientación. Se salva, una vez más el trabajo del guitar hero.
Parecía que Metallica había salido por los altavoces, que intro más buena y un comienzo prometedor para abrir “Drakkar” que continúa hasta que llega el momento estribillo donde fracasa en su resolución con ese “uoooooooo” aunque no es de los peores. Es una pena pero este tema me parece buenísimo si quitamos esa parte; musicalmente es fantástico y no paro de borrar de mi mente ese pasaje y disfrutarlo como un cosaco.
En “Sacrifice” el trabajo vocal está mucho más logrado y es lo que pretendo oir sin fisuras y de forma compacta. Canción rememorando los grandes clásicos que hemos escuchado mil veces. Nada nuevo pero se deja oir con gusto.
“Starlight” es otro buen tema que hace que mi mente vuelva a retornar a esos momentos pasados donde gozaba con cada disco que podía escuchar, que por desgracia no eran muchos ya que la música de este estilo llegaba a donde vivía con cuentagotas, y lo exprimía hasta límites insospechados.
Cierra este larga duración con “War” y cómo no podía de ser de otra manera (realmente esperaba que se marcase algo así a mitad del disco) con el capricho de ejecutar un tema de 6 minutos instrumental dando rienda suelta a la calidad que atesora y a los años de duro trabajo.
En resumen un disco para los amantes del Yngwie de la gran época para lo cual ha “reclutado” a dos de sus mejores cantantes pero que falta mejorar para llegar a los grandes temas que salieron por aquel entonces. Aún así bastante buen debut con partes muy disfrutables y que me dejan el regustillo de esperar que pula esas cosas y me ofrezca un segundo trabajo que me llene del todo.
Recomendable
AORLAND SCORE: 70/100
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