Frontiers Music s.r.l. 4 November 2016
Band:
Ronnie Atkins - vocals
Ken Hammer - guitars
Rene Shades - bass
Allan Tschicaja - drums
Produced by Jacob Hansen
Tracklist:
01.When God Took A Day Off
02.Kingmaker
03.Face The World
04.Humanize Me
05.Last Beauty On Earth
06.Bull's Eye
07.King Of The Right Here And Now
08.Heavens Little Devil
09.Civilized Monsters
10.Sickening
11.Was That What You Wanted
Por fin una
alegría tras esta semana de sinsabores e intercambios de opinión que nunca
llegan a nada cuando la gente se cierra en banda en sus planteamientos y no dan
su brazo a torcer. Éste es el mundo donde nos ha tocado vivir y que va
encaminado hacia la debacle como estos daneses predijeron en su anterior disco “Motherland”
o en su antecesor: “Pandemonium”.
Y es que esta
gran banda es digna de mi admiración desde sus orígenes ya que siempre han dado
un elevado plus de calidad a sus trabajos, siendo dos de ellos, y por diversos
motivos, muy especiales para mí (“Jump the gun” y “Future world). Desde
entonces han facturado infinidad de discos pero siempre manteniendo esa gran
reputación que se han ganado con creces dentro de la escena melódica.
Con todo ello nos
aventuramos a oir un trabajo que espero con mucha ansiedad y que deseo me deje
tan buen sabor de boca como los anteriores y que tiene una portada
impresionante y chulísima. Sin más preludios abrimos con “When God took a day off” que ya de inicio sorprende con sus 6
minutos de duración pero que rápidamente se explica con una intro “gregoriana”
de 1 minuto que da paso a toda la furia de Allan a la batería hasta que Atkins
toma el mando de la moto y suaviza el tema, conduciéndola hacia un terreno
bacheado donde se mezcla la melodía del estribillo con coros “endemoniados” que
dotan de cierta agresividad controlada al tema pero que me deja un poco frío en
su resolución.
Tras ese comienzo
algo frío y tras atravesar el túnel llegamos al tema que da nombre al disco: “Kingmaker” dónde todos comenzamos a
levantar los brazos y dar palmadas al unísono como nos pide el grupo a la par
que nuestras cabezas despegan de su letargo y nuestros pies levantan el vuelo
del suelo para comenzar a moverse al grito de Here I am. Qué gran tema con
perfectos coros y musicalmente a una altura salvaje; estos sí son los Pretty
Maids que siempre me han gustado y con los que disfruto como un enano.
“Face the world” nos recuerda a Brother
firetribe y esos ritmos efectivos y bailones que sin ser algo que no hallamos
oído se nos hacen de buen gusto a nuestro paladar que los saborea y le agrada
sobremanera sin pararse a intentar definir de qué producto se trata.
Y llegamos al
single “Humanize Me” que ya había
podido degustar hace tiempo y que me hacía presagiar grandes cosas ya que
mezcla partes más dulces con guitarras pesadas pero que le dan un contrapunto
fantástico al tema, es cómo cuando un día te apetece salado y otro dulce pero
ambos días los disfrutas igual; aquí tiene todo lo que necesitas para empezar
bien el día.
Cómo siempre
llegó el turno medio-tiempo lento con “Last
beauty on earth” que es otro de esos temas efectivos sin más que se dejan oir y quedan bien dentro del conjunto.
Y si queríamos un
comienzo encantador ese es el de “Bull´s
eye” dónde Allan toma el mando y comienza a destrozar los bombos a la par
que Ken se une al jolgorio y empiezan a plantear un tema fantástico de cabo a
rabo dónde todos los elementos se posicionan en su justo lugar haciendo que el
motor carbure a la perfección y hagan que el aceite lubrique cada pieza
haciendo que el rugido sea precioso y la gente se gire a su paso. Para mi gusto
este tema debería haber sido el single porque es para no parar de oírlo una y
otra vez.
“King of the right here and now” o cómo
intentar revolucionar un motor a tope de vueltas para ver cómo rinde. Demasiado
rápido en comparación con el resto del disco pero que al llegar a la zona del
estribillo la aguja deja de entrar en la zona roja y suaviza la potencia que
llega del motor.
Otro parón para
dejar enfriar el motor con “Heavens
Little devil” que es otro tema resultón pero que nos vuelve a dejar un poco
con la sensación de que si no hubiera estado aquí tampoco hubiera pasado nada
porque nos acercamos a la meta y el ritmo que llevábamos era tan bueno que no
nos hubiera hecho falta descansar.
Vamos a volver a
iniciar la marcha con “Civilized
Monsters” pero nos encontramos a un camión que nos ralentiza un minuto
hasta que lo adelantamos y ponemos la sexta de nuevo con unas guitarras atronadoras
que cabalgan libres como el viento mientras tarareamos hasta la saciedad el
título de la canción. Tema que representa a la sociedad que vivimos cómo bien
dice el título.
Ya oímos las
bocinas que nos indican que estamos cerca de nuestro destino por lo que damos
gas con “Sickening” y nos encaminamos de una forma demoniaca y
saltándonos los límites marcados hacia él. Ojito a la modulación del estribillo
que cual carrusel sube y baja en la entonación que le dan haciendo que cuando
parece que llega el nombre del tema lo alarguen sobremanera, una cualidad que
han repetido en algunos de sus anteriores discos y que los hace tan inusuales.
Vemos la catedral
y la iglesia al fondo lo que nos aventura a apresurarnos antes de que las
sombras nos atrapen y entremos en el reino de la oscuridad. “Was that you wanted” es el último tema
con una inspiración instrumental distinta al conjunto del cd, otra peculiaridad
de estos daneses que hace que me gusten tanto.
En resumen un
disco que te va a encantar si eres seguidor de esta gran banda con tantos años
a sus espaldas y que si no lo eres te invito a que descubras porque seguro que
vas a sacar más de una cosa positiva y no te vas a arrepentir.
Muy recomendable:
Aorland Score: 85/100
Redactor: Manuel García
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