Frontiers Music s.r.l. 2 June 2017
Tracklist:
1.- Radiation Romeos
2.- Ocean Drive
3.- Bad Bad Company
4.- Mystic Mountain
5.- Like An Arrow
6.- Promised Land
7.- Castaways
8.- Ghost Town
9.- Til The End Of Time
10.- On The Tight Rope
11.- Monstertraxx.
Band:
Parramore McCarty - vocals
Dag Heyne - guitars
Jogi Spittka - bass
Gereon Homann - drums
Produced by Michael Voss
REDACTOR: MANUEL GARCIA
“Another lineal album without nothing more to offer us”
Nueva banda llegada al panorama musical que nos incumbe por parte del desaparecido Parramore McCarty cantante de aquel proyecto del virtuoso guitarrista Steve Stevens que se denominó Atomic playboys y del cual toman nombre de la estrofa de una canción de ellos. Mezclado por el gran Michael Voss (Casanova, phantom V) da idea del nivel profesional que tiene y que esperamos descubrir.
Abren con el tema que da título al grupo y al álbum “Radiation romeos” en el cual desgranan un hard rock que está ya muy manido pero que es efectivo como intro y que cala bien entre la parroquia melódica que últimamente está sobresaturada por proyectos muy similares de los que ninguno saca ventaja ni destaca por lo que se hacen cansinos y anodinos. Veremos si este remonta porque lleva camino de esa dinámica.
Con “Ocean drive” entran ya en un terreno más empalagoso con un medio tiempo efectivo que entra a la primera y nos da la sensación de estar en una isla viendo el mar discurrir hacia el infinito mientras saboreamos una bebida tropical que da esa sensación dulce a nuestro paladar y no nos desagrada aunque no acabe de calmar nuestra sed. Precioso tema que espero sea la tónica habitual que nos permita disfrutar de un gran disco.
La cosa se endurece algo con una intro algo más pesada en “Bad bad company” tanto instrumental como vocalmente. Se le nota que le cuesta llegar a tonos algo más subidos y es que en esa voz se nota el paso de los años y ello arrastra un tema que musicalmente no está mal pero que al llegar al puente-estribillo no acaba de funcionar como debería y forma un trombo en la vena que impide el discurrir normal de la sangre. No le acabo de pillar el punto aún y a fé que lo he intentado varias veces.
… pues toma dos tazas, “Mystic mountain” o cómo seguir con lo mismo que el tema anterior en un batiburrillo letrístico y sólo salvando la guitarra que le da un carácter añejo de lo que se beneficia pero sin aportar esa solidez que debería tener y más tras haber formado parte de un album tan bueno como fue aquel de Stevens.
Momento de reorganizar las ideas con una balada llamada “Like an arrow” donde las guitarras y la voz conducen el tema al terreno sentimentaloide intentando que seamos capaces de poder sacar de nuestro interior la pasión que se presupone tenemos y dejemos que salga por cada poro de nuestra piel y se refleje en una bonita mirada que acompañe a esas preciosas palabras con las que engatusar a nuestra acompañante.
Llegamos a la mitad del disco con “Promised land” y la entrada de violines como acompañamiento para dar al tema un aire renovado y distinto que merece mi atención por lo menos ya que hasta ahora había dejado que mi neurona se acostara y descansase (son casi las 2 de la mañana y lo merece). Tema épico perfecto para alguna de las pelis de este estilo donde podría encajar de maravilla.
“Castaways” es otro medio tiempo al que la voz castiga sobremanera y es que siento decirlo pero no me pega en este estilo ya que lo que estos temas necesitan es una voz más aterciopelada que acaricie con su garganta las notas y no las rasgue como una lija del 5, intentando que no golpeen contra la laringe cada una de las que va asomando.
El sonido del viento nos transporta a “Ghost town” en donde esa guitarra marca el paso y nos va permitiendo adentrarnos por esa calle polvorienta a la par que nuestras botas se van ensuciando, la voz toma ese deje más rocoso aunque esta vez me gusta más porque le viene al tema como anillo al dedo, se me parece mucho a aquellos Slaughter de sus buenos tiempos y en partes a los Motley en la resolución instrumental. Quizás sea de los temas qaue más me han gustado del disco por su originalidad y variedad.
Seguimos con “Till the end of time” sumidos en esos medios tiempos resultones que aunque no nos aporten nada quedan muy bien ya que no rompen la dinámica del disco e invitan a seguir escuchándolo para intentar descubrir el siguiente tema si hay algo nuevo cuando salga el sol.
“On the tight rope” sube algo las revoluciones y aquí los coros actúan como calmante de una voz que cada vez me satura más y es que parece que se me ha metido AC/DC en la cabeza cada vez que abre la boca. Es como oir a UDO, un rato lo aguanto pero un disco entero me incita a tirarme por la ventana sin cuerda alguna; mira que respeto los gustos musicales de cada uno pero para graznar tengo dos cuervos todas las mañanas en el alfeizar de mi ventana que lo hacen requetebién.
Cierran con “Monstertraxx” y ya no tengo más capacidad de aguante, me han vendido todo el pescado sin siquiera salir del puerto y así es imposible poder llegar a ser un grande ni destacar ante tanta competencia.
En resumen, algo pretenden presentar pero ya está todo muy manido y es un producto que vamos a escuchar una vez y quedará en el olvido de todos ya que poca cosa vamos a poder destacar y eso que musicalmente tiene cosas interesantes.
Recomendado // Recommended
AORLAND SCORE: 65/100
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