Frontiers s.r.l. 27 de Enero de 2017
Band:
Angelica Rylin -
Vocals
Christopher
Vetter - Guitar
Patrik Janson -
Bass
Daniel Flores -
Drums and Keyboards
Tracklist:
01 Sleeping Giant
02 Personal Hell
03 Racing Heart
04 Cry Wolf
05 Echoes of the Aftermath
06 Flatline
07 Loud as a Whisper
08 Shining After Dark
09 Ode to Everyone
10 Go On
11 In risk of Rain
12 Inside, Outside
Tras un par de años sin noticias de estos suecos y tras el gran “Beth out of hell” nos llega el nuevo lanzamiento de esta gran banda que acogemos con muchas ganas ya que, para mi gusto, con cada nuevo disco se van superando y estableciéndose dentro de la escena melódica e incluso gótica donde gozan de mucho tirón.
Con Daniel Flores a cargo de producción como los últimos discos nos adentramos a intentar degustar este plato con un portadón fantástico y que invita a poner el póster en tu habitación como hacíamos años atrás con las portadas que nos gustaban muchísimo.
Iniciamos con “Sleeping giant” y ya nos cautivan con esa atmósfera teatral que envuelve el tema unido a la voz “angelical” hace que queramos leer el libro que nos están presentando porque parece que nos narra el tema más que cantarlo pero es toda una delicia el seguirlo e incluso se hace corto a pesar de los 6 minutos que dura.
El single “Personal hell” nos invita a bailar como posesos, ya sólo falta que el pantojo lo incluya en sus sesiones de dj o lo que huevos haga aparte de rascarse los mismos. Perfecto para dar rienda suelta a tus pies e invita a paladear la melosa voz que posee Angelica y que cual flan se va deshaciendo en el paladar dejando el regustillo a caramelo al final.
Y que decir de “Racing heart”, ufff los sentimientos se me desbordan ya y es que la calidad que demuestran es sencillamente espectacular introduciendo todos los arreglos que acompañan a la teatralidad y dando una clase de melodía y pomposidad con los teclados sujetando el tema.
Continuamos con “Cry Wolf” en el cual la melodía vuelve a tener todo el protagonismo con unos teclados prominentes y voces en segundo plano que adornan todo el tema y le vuelven a dar una sobredimensión que se agradece.
La canción que da título al disco “Echoes of aftermath” nos sumerge en las tinieblas al comienzo para luego irnos mostrando el camino serpenteante a través de la niebla que envuelve el tema. Quizás el tema más “oscuro” hasta ahora que pierde un poco la melodía que llevaban los anteriores pero sin descuadrar el disco.
Seguimos en las tinieblas con “Flatline” y es que el camino es arduo para conseguir expiar nuestros pecados. Aquí hasta el sólo se sale de madre y va por cuenta propia y es que vaya cambio de dinámica que llevan pero eso hace enriquecer el disco.
“Loud as a whisper” es la balada de turno aunque aquí entra más en la dinámica del larga duración que en otros porque como el disco va recitado de cabo a rabo todo encaja más sutilmente y no “corta” la evolución como en otros.
Subimos decibelios con “Shining after dark” y vamos dejándonos iluminar por esa corriente que fluye en nuestras venas y mueve el motor que llevamos en el pecho y que da sentido a lo que hemos venido a hacer en este mundo y que no es otra cosa que intentar echar una mano al prójimo y no dejarnos atrapar por las sombras que nos anclan hacia el abismo eterno. Digo esto porque temas así me transmiten mucha positividad y ganas de vivir la vida sobre todo en momentos duros.
“Ode to everyone” es otra muesca más en el revolver que nos vuelve a dejar constancia de la elegancia que poseen y del trabajo que lleva hacer discos así donde hay que tener una ejecución impecable para que todo sume en cada tema.
La carpa vuelve a alzar el telón con “Go on” en otro tema fiestero que copará las pistas de baile con la remasterización de turno.
La melodía continúa con “In risk of rain” y es que hay que dejarse mecer en la deliciosa interpretación de Angelica para poder saber lo que es cantar y adoptar la manera de hacer fácil lo difícil.
Cierran con “Inside, outside”, tema atmosférico para poner el the end a este precioso cuento que nos han presentado y que merece formar parte de nuestra estantería para poder leerlo cada vez que tengamos ese momento depresivo y ver que siempre podemos aportar un granito de arena a este mundo aunque no sepamos verlo.
En resumen un disco que no es apto para todos los públicos y es que a la gente que le guste devorar música indiscriminadamente nada le va a decir porque a la tercera canción va a pensar que todo es lo mismo y pasará de él y se perderá todo el trabajo y buen hacer que hacer que hay en su conjunto.
Muy Recomendable
AORLAND SCORE : 90/100
Redactor: Manuel García
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