Tracklist:
1. Winds Of Change (featuring Danny Chauncey and Don Barnes of .38 Special)
2. Without A Bullet Being Fired (featuring Mike Reno of Loverboy)
3. Proof Of Heaven (featuring Dennis DeYoung)
4. Sometimes You Just Want More (featuring Kevin Chalfant)
5. Home Fires (featuring Toby Hitchcock of Pride of Lions)
6. Just For You (featuring Kevin Cronin of REO Speedwagon)
7. The Hand I Was Dealt (featuring Danny Vaughn of Tyketto)
8. Where Eagles Dare (featuring Lars Safsund and Robert Sall of Work of Art)
9. I Will What I Want (featuring Kelly Keagy of Night Ranger)
10. You’re Always There (featuring Jason Scheff)
11. Avalanche (featuring Gunnar and Matt Nelson)
12. Love You All Over The World (featuring Jimi Jamison)
Band:
Jim Peterik- Guitar, Keyboards, Vocals
Ed Breckenfeld- Drums And Percussion
Dave Kelly- Drums
Colin Peterik- Drums
Klem Hayes- Bass
Bill Syniar- Bass
Bob Lizik- Bass
Mike Aquino- Guitar- Lead And Rhythm
Jeff Lantz- Orchestral Arrangement Of “You’re Always There”
“Many stars sometimes fail to illuminate the sky”
El retorno de Jim Peterik al mundo musical tras aquel “World Stage” del 2001 ha llegado y con él la participación de un nutrido grupo de invitados que le acompañan en esta aventura que promete mucho pero veremos si tiene la capacidad de sorprenderme ya que la mezcolanza de tanta cantidad de voces puede causar el efecto contrario si no se tiene la maestría de compactarlas bien. Yo por si acaso he dormido bien y me dispongo a sentarme con mi café al lado para poder disfrutar de ambos como se merecen.
Como una continuación de un disco de Pride of Lions, enseguida reconocemos la peculiar voz de Don barnes de 38 Special dando cuerpo a “Winds of change” y logrando una sintonía muy manida por el mismo Peterik y que da la sensación de que hemos escuchado este tema hasta la saciedad e infinidad de veces por lo que quizás no sea el más apropiado para abrir este trabajo ya que la sorpresa queda totalmente opaca y sin ningún atisbo de sorpresa.
El single presentación “Without a bullet being fired” ya es harina de otro costar y es que la melodía ruge como un motor perfectamente calibrado dando petardazos en el estribillo en forma de disparos que casan perfectamente con el tema y que adecuan el ritmo acelerado de este sin desfallecer en el intento, logrando un tema destacado en el conjunto de lo que intenta ofrecernos con un Mike Reno a la voz dándole fuerza y energía.
Y como no podía ser de otra manera hay que armar el taco de alguna forma, lo cual consigue con “Proof of heaven” en todo una demostración de “locura” repentina como si nos hubiéramos introducido en una película de Tim Burton. Los elementos musicales se solapan y llegan a nuestros tímpanos de una forma atropellada y desordenada de modo que a veces hasta “molestan”. No acabo de entender el tema, ha buscado algo grandilocuente y profundo y creo que se ha dado de bruces contra una pared sin haber logrado el objetivo que pretendía ya que no cojo el concepto básico que pretendía mostrarme.
Menos mal que “Sometimes you just one more” me devuelve al mundo real y dejo de vagar en una nebulosa abstracta e insulsa. Aquí ya estando Mr. Chalfant este tema coge categoría y eso que creo que no se exprime a fondo (también es verdad que no lo necesita muchas veces gracias al don que Dios le ha otorgado) aunque sólo con ver como se conjugan ambas voces y aparece una sinergia brutal merece la pena el escucharlo y disfrutar de un gran tema en condiciones que es lo que se espera de un genio como Peterik en cada trabajo que idea.
Y si queremos jugar sobre seguro que mejor que dar paso a tu casa a un conocido como Hitchcock para perpetrar “Home fires”, un tema repleto de sensibilidad y calidad vocal a cargo de este fenómeno pero que tras varias escuchas resulta anodino y repetitivo hasta el punto que pierde su magia y su perfecto envoltorio en el que nos lo ofrecen para dar paso a una sensación de corrección y buen hacer pero sin más tela que cortar.
Y llega el momento balada de la mano de Kevin Cronin de la REO (no podía ser de otra manera ni de otro modo) que aporta esa sutileza y elegancia a “Just for you”, haciendo que todas esas personas sensiblonas esbocen esa lagrimilla que se desliza por su tersa cara sobre todo hacia el final del tema con ese teclado protagonista y esas notas que anuncian el fin del tema. Bueno pero sigo en modo antibalada y no me aporta nada.
Otra cosa muy distinta es “The hand I was dealt” en la que Mr. Vaughn le mete un contrapunto fantástico a las voces y permite un perfecto desdoblamiento de las voces pero con un sentido y situación perfectamente estudiadas y aplicadas a la perfección. El sólo es estratosférico y aporta un añadido al tema que hace que sea de los destacados también ya que la melodía está presente a lo largo de él cohesionando con garra y energía.
Y aquí es donde me debato entre sí dejo que mi mente os exponga la realidad o mi corazón os la oculte. Y es lo malo de ver que a las voces está mi adorado Lars de WOA, sólo con ello mi corazón se dispara y parece que el tiempo se para y todo es de color de rosa pero he ahí que mi mente se pone delante y le frena intentando que sea consecuente con lo escuchado y no creando falsas esperanzas. Este “Where eagles dare” un muy buen tema en cuanto a composición y ejecución pero excepto al final donde sube algo de marcha, el resto es muy bonito pero “plomizo”. Es como cuando te asomas a la ventana y ves el cielo encapotado y amenazante de lluvia y por más que quieres que caiga sólo unas pocas gotas logran su objetivo y nos dejan con esa sensación de frustración.
“I will what I want” es otro tema insustancial que poco aporta ya más que dejarse ver y que conozcamos que existe sin mucha más pretensión. Es más directa que las anteriores e intenta noquearte a las primeras de cambio pero siempre consigues levantarte de la lona al ver que son golpes de artificio en su mayor parte. Aceptable sin más.
Hay que cambiar de tercio y “You´ll always there” vuelve a amoldarse a la voz que nos lo presenta y que en este caso corre de la mano de nada menos que Jason Scheff de Chicago. Pero se obra el milagro y un tema tan lento sí me ha calado como debería y puedo disfrutarlo con rotundidad y en su justa medida con mi mujer e hijos en el coche. Es la belleza hecha canción y a lo mejor me aventuro a decir que casi es el mejor tema de todo el disco. Es pura genialidad y una nueva demostración que con pocos instrumentos pero con calidad se logran grandes objetivos. Bravo.
Toca el cambio de tercio a los hermanos Nelson y ello queda demostrado desde los primeros acordes de “Avalanche” en donde nos damos cuenta que pudiera haberse incluido en un disco de los mismos pero no en aquel fantástico debut sino en alguna de las mediocridades que últimamente nos han ofrecido. Respeto a quien le guste el cambio ofrecido pero estos temas no son lo mío y por tanto lo único que deseo, desde que empiezan, es que acaben pronto. Como botón he de deciros que sólo he podido escucharlo una vez y listo, no me apetecía “sufrir” más.
El cierre me encoje el corazón y es que oír al tristemente desaparecido Jimi Jamison como desde el cielo nos susurra cada nota de “Love you all over the world” hace que los pelos se te pongan como escarpias y como si el aire no llegara a nuestros pulmones y notaramos una sensación de agobio por ello. Es una manera de ver aflorar nuestros sentimientos de una forma natural y simplemente con una canción, no es necesario mucho más para conseguir enamorarte a primera vista y lograr ver la vida de otra forma.
En resumen, un disco en el que no las tenía todas conmigo antes de poder escucharlo y no me he confundido ya que aúna muchas voces talentosas pero el resultado global queda en esos fuegos artificiales que son tan espectaculares a la vista como efímeros en su duración y traslado a nuestro subconsciente. Podréis disfrutar grandes temas y momentos pero de alguien de la clase de Peterik se espera un plus que aquí no ha logrado aportarme.
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