jueves, 29 de noviembre de 2018

JOHNNY GIOELI “ONE VOICE” FRONTIERS 2018 REVIEW




Frontiers Music s.r.l. 7 December 2018 

Tracklist:
1.- Drive
2.- It
3.- One voice
4.- Mind melt
5.- Running
6.- Deeper
7.- Let me know
8.- Hit me once. Hit ya twice
9.- Preice we pay
10.- Out of here
11.- Oh fathers

Band:
Johnny Gioeli: Vocaals
Eric Gadrix: Guitars
Nik Mazzucconi: Bass
Marco Di Salvia: Drums
Alessandro Del Vecchio: Keyboards

“Good intentions without an appropriate recipient”





El vocalista de Hardline, Crush 40 o Axel Rudi Pell entre otros se lanza al ruedo en solitario por una buena causa que no es otra que destinar parte de las ventas del disco a la ayuda de un joven llamado Joe Barber que necesita ayuda tras un accidente sufrido y que lo mantiene en estado paralítico. Sólo por ello ya tiene mi bendición pero mi labor es analizar el disco desde un punto de vista neutral sin atarme a sentimentalismo alguno.

Particularmente y en mi humilde opinión creo que el bueno de Johnny ha planificado mal este año y es que sacar tantos discos (Axel Rudi Pell, el dúo con Castronovo y este en solitario así que se me vengan a la mente) hace que pierdas ese poder de sorpresa ante el público y que justamente ocurra lo contrario y acabes “quemando” a los que te siguen. Debiera haber dejado pasar unos meses por lo menos y adentrarnos en el nuevo año ya para mantener la llama viva, pero ya os digo que es sólo la opinión de un servidor ya que sus trabajos son de una calidad indiscutible.

Vamos a ver a dónde nos conduce “Drive” que permite abrir la cubierta de este emocionante libro donde Gioeli nos presenta los personajes sobre los que vamos a ir aprendiendo y dibuja un esbozo de lo que nos va a ir mostrando a modo de interpretación con su fantástica voz. Tema hard rockero marca de la casa que destaca vocalmente aunque instrumentalmente es bastante anodino y sin mucha alma cosa que palía el bueno de Johnny pero sin llegar a levantarlo del todo.

Con “It” intenta reconducir la situación con un tema perfecto para lucir todas esas dotes vocales que demuestra en cada proyecto en el que se incrimina y que le han valido que se le mencione como una de las voces más destacadas del panorama actual.

El tema que da título al disco se denomina “One voice” y está a caballo entre una balada y un medio tiempo a lo Bon Jovi actual que no está mal pero que llega a entumecerme ya y me explico. Tres canciones y sigo sin tener ningún atisbo de sorpresa o entusiasmo, sólo tengo plenitud y empacho como si estuviera comiendo una y otra vez lo mismo y no me apeteciera que llegue mañana y seguir igual como pasaba en la película “El día de la marmota”.

Por lo menos tras un descanso encaro “Mind melt” con alguna gana más, deseando que empiece la fiesta y por lo menos mis pies comienzan a ejecutar movimientos involutarios lo cual es buena señal y significa que este tema empieza a transmitirme algo especial. Y eso que no es una evolución abismal respecto a lo escuchado pero tiene esa pequeña energía que hace encender la espita necesaria para atisbar algo más allá de lo normal.

“Running” por lo menos me sigue poniendo las pilas y es de esos temas que te dan un extra de fuerza como una ampolla de jalea real nada más levantarse y que te dan las ganas de no parar de hacer cosas. Es de esos temas que debieran de poner en los trabajos para estimular a la gente en vez de esa música demencial que se suele escuchar que lo único que invita es a ir arrastrando los pies o con ganas de tumbarte en el cuarto del almacén y no levantarte por no decir el colgarse del fluorescente del techo. Muy destacable.

Todo lo contrario sucede con “Deeper” que me produce asfixia en estos momentos. Resulta que me llevas acelerando todo el camino para hacerme bajar a 30 y romperme la media estupenda que estaba haciendo. Esos temas que te dan bajón tras un meteórico subidón.

Menos mal que “Let me know” remedia en parte la situación, volviendo a hacer que remonte el vuelo y levante los pies del suelo mientras improviso pasos de baile inventados pero que mantienen mis músculos en tensión y me hacen descargar la adrenalina que necesito. Otro tema bastante apetecible pero que no acaba de saciarme.

“Hit me once, hit ya twice” es una rareza que se ha inmiscuido en el disco sin que nadie se haya dado cuenta que no casa en absoluto ni presenta pies ni cabeza. Es como la restauración del Ecce Homo por parte de Cecilia, una total aberración por el buen gusto y la perfección o preciosidad artística.

A esa locura de tema le sigue la balada “Price we pay” que por lo menos dota de cordura al disco y aunque siga sin resaltar por lo menos le da un poco de romanticismo y emotividad que ya es bastante.

Por lo menos “Out of here” lo veo como algo más decente y despierta algo más de ganas, si es que me quedan algunas ya a estas alturas, porque se me está haciendo muy largo este cd, tanto que sólo tengo ganas que llegue “Oh fathers” con su lentitud para hacer como Drácula y encerrarme en mi sarcófago para abandonar este mundo y regresar a mi oscurantismo y tinieblas donde soy feliz y vivo con plenitud.

En resumen, no es un mal disco pero se me hace muy repetitivo y llega a “agotarme” mentalmente lo que hace que no lo disfrute como debiera y caiga en un tedio que hace que los temas pasen como los tornillos en una cinta transportadora sin que aparezca una arandela que rompa la rutina. Muy loable el propósito pero es lo único salvable.

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Redactor: Manuel García


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