Frontiers Music s.r.l. 26 de enero de 2018
Tracklist:
Ascension
Outcome
You’re Falling
Somebody Else
Misbeliever
Destruction Show
Glories
Truth
Gravity
Crosswinds
Band:
Fabio Lione – lead vocals
Alessandro Conti – lead vocals
Marco Lanciotti – drums
Filippo Martignano – keyboards
Simone Mularoni – guitars, bass
“Powerful voices with many extraordinary effects and instrumentation”
Proyecto entre dos soberbios cantantes como son Alessandro Conti (Trick or treat) y uno de mis favoritos desde hace tiempo y que no es otro que Fabio Lione (Rhapsody) los cuales aúnan fuerzas para, bajo la batuta de nada menos que Simone Mularoni (DGM), dar lugar a un álbum que sea la respuesta italiana a ese proyecto donde las leyendas Allen y Lande daban rienda suelta a un enfrentamiento vocal soberbio.
La magia vocal e instrumental abre “Ascension” que recuerda a esa horna de grupos italianos que salieron a la par con un sonido característico que queda reflejado en este tema donde se introducen elementos progresivos para dar una mezcolanza digna de los grandes catadores de productos sabrosos. El juego vocal es sensacional y mi endiosado Mularoni le mete encima un solo y elementos que agrandan el tema y hace que desconecte y ponga el reproductor en repeat unas cuantas veces antes de poder seguir con el siguiente porque necesito sumergirme y ver todos los tesoros que tiene ocultos.
“Outcome” es puro inicio como los grandiosos DGM (menudo último disco han sacado) y lleno de energía y con un plus de velocidad endiablado que unido a otra demostración vocal hace que mi cabeza no pare de hacer headbanging al ritmo que marca cada nota que sale por cada vía de los altavoces del salón. Quizás sea el tema que más se me parece a los discos hechos por los otros cantantes que he nombrado al principio ya que la armonía y melodía musical van de la mano, sólo que aquí los arreglos y el desarrollo es algo más endurecido e incluso con trazas de progresivo.
Qué gran intro épica para comenzar “You´re falling” con una atmósfera melancólica y depresiva que nos sumerge en una espiral de recuerdos grandiosos ya que hay fases en donde me recuerdan a mis añorados Queenrÿche en sus comienzos donde cada canción era una oda al buen gusto y a la experimentación. Una pena que luego la canción entre en una dinámica en donde se desvanece esa magia en pos de un montón de ideas inconexas o a las que no encuentro un nexo claro y que me hacen evadirme de lo que realmente estoy intentando transmitiros al escucharlo.
Pero como no podía ser de otra manera sé que lo pueden hacer muchísimo mejor y no desespero. El breve espacio entre temas no hace más que darme la razón ya que “Somebody else” es toda una declaración de intenciones de cómo ambos saben interpretar a la perfección su papel en un duelo dónde las voces toman el total protagonismo y se “enfrentan” de una manera magnífica sólo con un ligero acompañamiento para que se luzcan y se coman el tema de cabo a rabo de forma maravillosa. Qué bonito es ponerse los auriculares y volver a oírlo abstrayéndose de lo que te rodea.
La épica vuelve con “Missbeliever” y es aquí donde se mueven como pez en el agua ya que este estilo se amolda más a las voces que poseen y adoptan tonalidades más variopintas llegando incluso a parecerse a numerosos temas de Kamelot, tanto que si lo cuelan en alguno de sus discos seguro que ni lo apreciamos. Personalmente estos temas son los que me gusta destacar ya que vocalmente están muy bien tratados pero es que además son un deleite instrumental por lo que el pack completo es digno de mis elogios.
Un halo de misterio se cierne con “Destruction show” en donde la narración adquiere más protagonismo y evita el jugar con ascenso y descenso de tonalidades en pos de coger una velocidad crucero de la que no moverse hasta el final lo que le penaliza en cierta manera ya que te acostumbras a cómo viene desde el inicio y no te sorprende ni abres la boca con sorpresa. Es un tema que no está mal pero con poco más que aportar al conjunto.
El otro punto que faltaba es el más power-metalero y “Glories” da buena cuenta de ello con un ritmo bastante acelerado pero sin perder de vista la melodía y el juego vocal al que nos vienen acostumbrando pero jugando a ser Helloween y similares donde la pausa no está permitida ni el pausar para ir al baño, uno se aguanta hasta el final como sea porque nos tienen “castigados” con tan inusual potencia.
Y llega una de mis favoritas que no es otra que “Truth” que parece una canción en la que cante Kiske por la entonación que cogen a veces y que refuerza el posicionamiento de estos dos auténticos monstruos con esas grandes dotes vocales. El tema es toda una declaración de cómo se debe jugar con la melodía conjugándola con una instrumentación descomunal y unas voces metidas con suavidad y en su punto exacto para que el regalo quede perfectamente empaquetado para nuestro disfrute. Genial.
“Gravity” me vuelve a sonar a Kamelot un montón y cómo es otro de los grupos que me encantan pues estoy gozando como un niño con una piruleta en forma de cd, la cual a cada lametazo emerge un cúmulo de sensaciones placenteras que hace que se deslice una sonrisa en la comisura de mis labios y un hilo de baba descienda por su extremo.
Cierran con “Crosswinds” y con un tema que sigue la senda marcada a lo largo del album y de la que no se han apartado más que para hacer un “sólo” vocal y poco más por lo que he podido disfrutar desde el inicio hasta el final.
En resumen un disco no apto para corazones débiles y para aquellos que gusten de engullir disco tras disco sin pararse a ver qué ocultan; pero que es ideal para uso y disfrute de aquellos a los que nos encanta descubrir a dos portentos vocales unidos en un solo disco y con unos arreglos e instrumentación de gran altura.
Redactor: Manuel García
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