Frontiers Music s.r.l. 21 April 2017
Band:
Roberto Tiranti - voz principal
Olaf Thorsen - guitarra
Andrea Cantarelli - guitarra
Nik Mazzucconi - bajo
Oleg Smirnoff - teclados
John Macaluso - batería
Tracklist:
1.- Bullets
2.- Still alive
3- Take on my legacy
4.- A new dream
5.- Someone says
6.- Random logic
7.- Architecture of a God
8.- Children
9.- Those days
10.- We belong to yesterday
11.- Stardust and ashes
12.- Diamond
Redactor: Manuel García
Retorno muy esperado de esta banda italiana formada en 1991 tras la segunda parte del exitoso e indispensable “ Return to Heaven Denied” publicado en 2010 y que incorpora a nuevos miembros como son: John Macaluso (TNT, Riot, Ark, etc.) a la batería, Oleg Smirnoff (Vision Divine, Edritch) a los teclados y Nik Mazzucconi al bajo. Mezclado, como no podía ser de otra manera, por Simone Mularoni de DGM (está en todos los fregados últimamente) da una pista que el sonido va a ser muy bueno.
Apertura con intro de teclados atmosféricos cómo debe ser para introducirnos de lleno en “Bullets” y hacernos recordar esos añorados años dónde el power metal invadía la escena musical y salían grupos a patadas que han ido desapareciendo mientras quedan las auténticas bandas creadoras del estilo. Con una sobresaturación de teclados y sintetizadores en su base, el tema apabulla desde su comienzo permitiéndonos despegar los pies del suelo y seguir el ritmo marcado por una batería machacona que trata de forzar nuestros tímpanos a extremos insospechados a la par que el virtuosismo de las guitarras nos permite que intentemos mover nuestros dedos para llegar a escalas inimaginables. Buen tema de apertura que deja a las claras a lo que han venido.
Nos adentramos en terrenos inexplorados donde va bajando la marcha pero no la calidad con “Still alive” en dónde Roberto parece encontrarse más a gusto poniendo las voces ya que las fuerza menos y deja que la orgía instrumental nos invada, permitiéndonos disfrutar de un tema que se aleja del power en su vertiente más tradicional y se mete de lleno en el progresivo.
La furia se desata con “Take on my legacy” donde dan rienda suelta a toda su fuerza descargando un tema que va directo a nuestra mandíbula sin que podamos apartar nuestra cara y logrando sorprendernos. Fantástica ejecución instrumental y vocal aunque me falta un estribillo demoledor para culminarlo.
La pausa corre a cargo de “A new dream”, otro tema que se puede catalogar como un medio tiempo donde el coqueteo con el progresivo es constante desgranando melodías y acordes “atmosféricos” que hacen que, como cada noche, nuestra imaginación se traslade a lugares recónditos de nuestro subconsciente y nos revele paisajes oníricos en los que imaginamos estar en algún momento de nuestra vida.
“Someone says” es el típico tema que queríamos oir de ellos donde siguen la senda que marcaron en anteriores trabajos. Muchísima melodía y perfectamente trabajado en el aspecto vocal por Roberto nos recuerda a las grandes bandas de esa época unido a toques más “paisajísticos” e instrumentales. Toda una oda al buen gusto.
La breve instrumental “Random logic” a modo de intro da paso a “Architecture of a God” que me recuerda a Fates Warning un montón en el desarrollo que lleva. Aunque lo vendan como un producto etiquetado en la categoría de power metal (sabemos que las etiquetas muchas veces no son lo fehacientes que debieran sino que intentan describir un producto a su manera) yo lo englobaría más en el progresivo ya que hace constantes guiños a dicho estilo con variaciones de rumbos y ambientes característicos de él, como muestra este tema con contínuos giros en su estructura dándole riqueza, un minutaje más largo de lo normal (casi 9 minutos) y haciendo que agudices los sentidos para no perder el hilo.
Continúan tra instrumental pero algo más larga denominada “Children” en donde se explayan a gusto sin nadie que les frene ni les diga lo que tienen que hacer sino simplemente disfrutando del momento.
“Those days” es lo que se podría denominar una balada dentro de la dinámica que marca el disco con pasajes fantásticos y “deliciosos” que hacen amar esta música y culminando en un estribillo de muchos kilates y mucho ojito al sólo que se marcan, clarito para que notemos que no hace falta enfrascarse en arreglos enrevesados o en intentar hacerlo a velocidad infinita sino que con unas sencillas notas pero bien ejecutadas nos vale para apreciar la calidad dónde la hay.
Le sigue “We belong to yesterday”es una joya neoclásica con unos arreglos geniales para un tema que destaca por su elegancia y su gran uniformidad y compactación instrumental; es una auténtica gozada poder deleitarnos con temas tan grandes y fenomenalmente hechos y os recomiendo dar una escucha y que desgranéis lo que se puede llegar a hacer con unos grandes músicos.
Pero, ¿pensábais que no iba a tener cabida la vena más subida de revoluciones que destilaron siempre?. Pues aquí llega “Stardust and ashes” para deciros que estábais equivocados. Tema de la vieja escuela de grupos teutones que caracterizaron el género y que tanto añoramos en muchas facetas de nuestras vidas (cómo muchas veces he dicho la música me ha marcado desde pequeño y siempre asocio temas o discos con pasajes de mi vida).
Cierran con “Diamond” un tema a camino entre instrumental y narración dónde parece que Jarre les ha invadido con su “Oxygen” y ha hecho que intenten imitar ciertas armonías que en él se nos presentaban.
En resumen un fantástico retorno aunque en onda más progresiva que powermetalera lo cual agradezco porque cada vez me gusta más poder disfrutar de discos en dónde la velocidad se sacrifica en pos de melodías más trabajadas y con pasajes ambientales y que creo hará las delicias de muchísima gente.
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