Set list:
If eternity should fall
Speed of light
Children of the damned
Tears of a clown
The red and the black
The trooper
Powerslave
Death or glory
The book of souls
Hallowed be thy name
Fear of the dark
Iron Maiden
Bises
The number of the beast
Blood brothers
Wasted years
Y uno de mis sueños se hizo realidad. Aunque no os lo creáis nunca
he podido ver a los Maiden en ninguna ocasión por diversas circunstancias y he
aquí que me levanto con los nervios de un quinceañero por ver a uno de los
grupos que marcó mi juventud y del cual he mamado una parte de la cultura
musical que hoy tengo.
Tras el cacheo de
rigor en la entrada me encamino al asiento unos tres cuartos de hora antes y
escucho un estruendo infernal por parte de los teloneros The raven age que
cuenta entre sus miembros con George Harris, hijo del gran Steve; y que hacen
modern rock. Realmente sólo les ví unos 10 minutos y estaba más a otra cosa que
a ellos aunque la última canción sonó muy bien.
A las 21:02, aquí
no imperó la puntualidad británica, empezaron a sonar los acordes de Doctor
Doctor de UFO tras una sonora pitada por parte del respetable por la
impuntualidad de inicio (menos mal que no estuvieron en el último concierto de
Dream Theater en Madrid porque no sé que hubiera pasado). Y tras dicho comienzo
Mr. Dickinson hace acto de presencia recitando las primeras estrofas de If eternity should fall tema del último
disco; con el sonido un poco saturado y reverberante en la zona dónde yo estaba
debido quizás a la cercanía con la cúpula. Tema bastante frío en el cual la
gente no se involucró, quizás porque iban a ver más un grandes éxitos que la
presentación del último disco.
Tras él llego el
single Speed of light sin dar un
respiro, aquí si que el público empezó a espabilar y a mostrar a los Maiden que
tenemos sangre caliente a pesar del fallo inicial en el micro de Bruce pero
subsanado en breve y con un Gers que no paraba de poner posturitas y correr
cómo un poseso, además de que no sé cómo sobrevivió el altavoz de su lado tras
los empujones que le metió a lo largo del concierto. Y llegó Children of the damned con el comienzo
de una guitarra acústica que sonó a la perfección; aquí ya se oía menos
retumbamiento y podía disfrutar no sólo de la espectacular puesta en escena (a
cada canción le correspondía un telón distinto) sino de un sonido con la
categoría que esta banda tiene.
Tras un receso
para el manido: Oé, oé, oé, oéééé, oé, oé…. llegó Tears of a clown, canción que dedicaron al tristemente desaparecido
Robin Williams y aquí Nicko (sobresaliente a lo largo de todo el concierto) nos
dio un recital de cómo se toca la batería, fantástico y cada vez que lo
enfocaban estaba concentrado en cada tema al 100%, sin fallo ninguno (bueno al
final en Hallowed be thy name casi se le
va una baqueta y se puso algo nervioso).
Otro receso y
paso a uno de los temas que más me gustan del último disco The red and the black con inicio y cierre para deleite nuestro de
Mr. Steve Harris y un trabajo impecable de Smith, Murray y Gers dándose paso
unos a otros como hicieron a lo largo de todo el concierto. La profesionalidad
en este grupo es un grado y doy fé que lo demuestran. Y comienzan los éxitos
nada más ver la bandera inglesa y los acordes de The Trooper, la gente ya enloquece a pesar del fallo en la voz de
Dickinson en alguna parte del tema y continúan con Powerslave y Death or glory,
en las cuales Dickinson aparece con una careta de un mono dada la vuelta y se
pasa todo el tema nombrando a Madrid, con el consiguiente regocijo del público.
Aquí se vuelve a saturar la acústica y se entremezclan los instrumentos.
Otra breve pausa
para coger aire, los años no pasan en balde y además la intensidad que están
dando al concierto lo merece y dan paso al tema que da título al último disco The book of souls en el cual aparece
Eddie aunque en su debe si diré que me sobraron tantos cortes de mangas y
tocamientos de miembro aunque me gustó esa complicidad con Gers (haciendo que
le cortaba el cuello) y el juego con Dickinson hasta que le saca el corazón.
Ya a estas
alturas la gente estaba como loca y más cuando llegaron el empaque de los tres
siguientes temas: Hallowed be thy name
y sobretodo Fear of the dark y Iron Maiden. Aquí ya todos nos habíamos
rendido a sus pies y no hacíamos más que mover los puños y nuestras cabezas
inconscientemente. A estas alturas llegaron los que se sentaban a mi lado, un
padre y un hijo, lo cual me llamó la atención ya que estaba a punto de acabar el
concierto y su pregunta clave fue si quedaba mucho. De alucinar.
Tras 1 hora y 35
minutos de concierto se retiran y el padre le comenta a su hijo que seguro que
han tocado la que quería que oyera y le dije que era la primera de los bises;
esa cara de alucine explicándoselo a su hijo es indescriptible y en cuanto
suenan los acordes de The number of the
beast y sale el hinchable con forma de demonio entra en éxtasis.
Y llega una
presentación que llama la atención: “It doesn´t matter where you from or if you
a man, a woman or something between. We´re are Blood brothers”. La gente corea el tema hasta desgañitarse y al
unísono y empata con uno de mis temas de todos los tiempos Wasted years, dónde ya no la adrenalina se te ha agotado y lo único
que haces es navegar plácidamente en el crucero de placer que has pagado.
Tras casi 2 horas
acaba el concierto y me voy más que satisfecho de lo vivido y me quedo con
ganas de volver a verlos, mi única pega es el sonido que se saturaba muchas
veces pero creo que fue por mi ubicación y no debido a la banda, por lo que
luego he hablado con algún amigo.
Fotos & Crónica: Manuel García.
Vaya fotitos Manolo, vas a tener que cambiar de móvil.
ResponderEliminarExcelente crónica Lolo.
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