CRONICA POR MANUEL GARCIA
Han pasado ya 6 años casi desde su última aparición en Madrid, concretamente en el Festival Sonisphere en Getafe y había muchas ganas de volver a ver a esta formación originaria de Los Ángelesen 1981 pero con base en San Francisco desde 1983 y con una legión de fans descomunal allá donde vayan.
Hablamos, como podéis suponer, de METALLICA y del concierto al que acabo de asistir y que os intentaré describir con palabras para que os hagáis una idea de lo que os habéis perdido o podéis intentar subsanar asistiendo al concierto del lunes en Madrid o el miércoles en Barcelona.
Intenté llegar un poco pronto en previsión de posibles colas como me pasó en Helloween pero un poco más tranquilo al saber que mi asiento era en grada. Aún así al ser entradas nominativas pensé que habría más follón a la hora de comprobar los carnets pero todo transcurría con fluidez y sin demora alguna.
Llegué a tiempo de ver el escenario central, gran acierto para que el público lo pudiera ver desde cualquier posición del Wizink Center, y una notable afluencia de público ya en la pisca aunque no tanto en la grada. A las 19:30 salierona a la palestra los teloneros, un grupo noruego llamado Kvelertak del que lo poco que había escuchado no me auguraba nada positivo y aunque musicalmente suenan bastante bien es en la voz donde el combo acaba por sepultar todas mis escasas esperanzas. El caso es que le metieron voluntad y con tres guitarras pensaba que iba a sonar muy saturado el sonido pero el caso es que se conjuntaron bastante bien y de cuando en cuando sonaban riffs bastante buenos aunque penalizaba el sonido que llevaban con los escasos altavoces que rodeaban la plataforma central donde se asentaba el batería. El caso es que metieron unos 40 minutos de bolo del que algunos disfrutaron, dos individuos de mi zona de grada parecían saberse todos los temas lo cual me dejó alucinado mientras el resto los mirábamos sorprendidos que tuvieran esa aceptación, pero me alegro que alguien supiese apreciar lo que ofrecieron.
Tras ellos y el consiguiente desmontaje instrumental parecía todo preparado para la llegada de los cabezas de cartel programada para las 21 horas pero que se demoró en 20 minutos con la consiguiente pitada de la noche pero que se palió cuando en las pantallas se proyectó las imágens de la canción “The ecstasy of gold” del genio Ennio Morricone para la película El bueno, el feo y el malo. Como curiosidad diré que me alucinó que en vez de una pantalla enorme usaran unos 50 cubiletes con pantallas por sus cuatro costados, en la parte superior del escenario que movían a su gusto de modo individual y en donde se proyectaban imágenes a lo largo de todo el concierto.
Abrieron con temas del último lanzamiento (“Haywired” y “Atlas, rise!”) y al público le costó entrar en el concierto a pesar de que a todos nos podían las ganas pero, y me incluyo el primero, son canciones que muchos no tenemos muy trilladas y que como inicio no acaban de encandilar al público. Aún así es lógico pensar que es la gira de este nuevo trabajo y tienen que “venderlo” de alguna forma. Eso sí en cuanto “Seek & destroy” hizo acto de presencia se acabaron las caras largas y comenzó la fiesta a la par que el juego de luces echó toda la carne en el asador y ellos pusieron mucho de su parte con movimientos contínuos por todo el escenario con el fin de que todo el público tuviera la posibilidad de observarlos. Aún así el sonido tardó en ecualizarse bien ya que la voz en los primeros temas sonaba muy baja (me temí lo peor) y la batería de Lars sonaba atronadora y se comía a la guitarra de Kirk en todo momento pero se fue subsanando y tras el intermedio para virar 90 grados la batería (fue un constante a lo largo del concierto para cubrir todas las zonas del pabellón) con “Welcome home (sanitarium)” la maquinaria estaba engrasada y dispuesta a meterse al público en el bolsillo y eso que Heitfield tuvo que animar a la gente a que se involucrara con los temas nuevos ya que dijo que los antiguos notaba que la gente los disfrutaba pero que intentaran hacerlo con los nuevos también.
De alabar el que en todas los vértices del escenario hubiera micrófonos ya que podían ir de un lado al otro y cantar sin tener que regresar a una sóla zona que tuviera micrófono y ello les daba la posibilidad de libertad que supieron aprovechar e incluso adornarse cuando bajaron 4 pantallas de la parte superior y se marcaron un solo de batería cada uno en una de ellas con sus correspondientes baquetas de un modo tribal.
Poco a poco seguí discurriendo un concierto en donde el alterne de canciones del nuevo disco y las anteriores se alternaban y hacía que la montaña rusa continuara su camino de modo que las constantes subidas y bajadas de ánimo hicieran que aunque lo estuviéramos pasando bien no lográbamos alcanzar el clímax, incluso cuando Robert y Kirk se marcaron una cachondada como es hacer un cover de “Vamos muy bien” de Obús mientras la principal bicefalia de esta banda descansaba un rato.
Otra curiosidad es el constante cambio de baquetas de Lars tras cada canción, nunca había visto que casi existiera un miembro del staff en exclusiva para llevarle un juego de ellas tras cada canción.
Con el correspondiente homenaje al desaparecido Cliff Burton a cargo de Robert Trujillo con un solo mientras la imagen del fallecido se proyectaba en las pantallas, daban paso al cover de Diamond Head “Helpless” con una inusitada velocidad y furia a la par que en las pantallas aparecían caricaturas de los miembros de la banda en sus diferentes épocas y que dio paso a empezar a hacer “uso” del escenario con llamas por doquier en la canción que lo requería y que no fue otra que “Fuel”.
Tras ella la tecnología empezó a hacer acto de presencia con drones iluminados que a modo de libélulas, fluían de un atrezzo a modo de alcantarillas y se alineaban y dibujaban formas estudiadas y coordinadas sobre la banda. Nuevo parón para que Heitfield se explayara acerca de la legión de fans de diferentes edades que tiene la banda lo que les da fuerza y más sabiendo que hay nuevas generaciones a los que la banda gusta y que quedó demostrado invitando a subir a uno con 7 años de edad.
Se remangaron y afrontaron el cierre de concierto con tres temas cada cual más enérgico que marcaron muchos de esos discos que me encanta recordar y sobre todo con un “One” que se me hizo especial porque fue un tema que siempre me ha gustado y un “Master of puppets” que la gente coreó hasta la saciedad, haciendo que Heitfield no tuviera que esforzar la voz lo más mínimo.
Casi 2 horas de concierto y tras el parón simbólico (tardaron bien poco en volver, quizás por los 20 minutos de retraso) volvieron para hacer los bises con la bandera de España en las pantallas y el logo del grupo delante y púas en las cuales figuraba la portada del último disco y dicha bandera en medio en el anverso y en el reverso la ciudad y la fecha del concierto.
Tras “Nothing else matters” (siento no estar de acuerdo con el grupo pero creo que no es una canción para los bises ya que la gente creo que desea oír temas enérgicos con los que irse a casa relamiéndose del gusto y una balada no creo que sea la más adecuada) el cierre con “Enter sandman” fue apoteósico con todo el público jadeando el tema y aplaudiendo a rabiar.
Tras él se dedicaron a agradecer al público lanzando púas a diestro y siniestro y Lars haciendo sus “bromitas” de siempre a la gente, haciéndose de rogar para entregar sus ansiados elementos instrumentales.
En general un gran concierto que disfruté en plenitud y del que no me arrepiento lo más mínimo en haber asistido y que si tenéis la posibilidad os recomiendo asistáis.
Nos vemos la próxima vez que vengáis, METALLICA…..Y LO SABÉIS.
Setlist:
Intro: The ecstasy of Gold (Ennio Morricone)
Hardwired intro
Hardwired
Atlas, Rise!
Seek & Destroy
Lepper Messiah
Welcome Home (Sanitarium)
Now That We’re Dead
Dream No More
For Whom the Bell Tolls
Halo on Fire
Helpless (Diamond Head cover)
Fuel
Moth Into Flame
Sad but True
One
Master of Puppets
Bises
Spit Out the Bone
Nothing Else Matters
Enter Sandman (outro de “The Frayed Ends of Sanity”)
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